domingo, 29 de junio de 2008

rhus typhina

Lo complejo. Lo simple. Hacia las puntas un hermoso carruaje de verdes trastornados. Hacia arriba un cielo matizado de naranjas. Se termina el otoño, ya dimos una vuelta. Una vuelta más. Estamos adelante de un árbol pequeño que comparte con los hombres el espacio del corazón y sus respiros. Se decía en otros tiempos que el rhus typhina hablaba con los niños. Sólo en algunos bosques muy antiguos de este árbol, en los recovecos hondos e inundados de calorcito, se oyen los mensajes volando en el aire. Este árbol refleja en sus hojas los atardeceres mas rojos del año. De sus tonos podrían renacer los pajaros mas extraños, especies extintas, pajaros de trópicos distintos, aves de gran estatura, veloces recolectores de fruta, ávidos de volar en cualquier cielo. El rhus typhina nos extraña cuando nos alejamos... y nos espera frágil, en su suelo, resistiendo a cualquier viento que quiera hacerlo andar.